Su edificación se divide en tres etapas que marcan la transición de la época porfiriana al México posrevolucionario: inicio de la construcción según el proyecto de Adamo Boari (1904-1916), suspensión de las obras y acondicionamiento como espacio de usos múltiples (1917-1929), y reanudación y conclusión bajo la dirección de Federico Mariscal (1930-1934).
En la primera etapa se realizó la cimentación y la instalación del esqueleto metálico con su posterior recubrimiento de mármol. Para la decoración de las fachadas, Boari siguió los parámetros del art nouveau y contrató a los italianos Leonardo Bistolfi, Domenico Boni y Gianetti Fiorenzo para realizar distintos grupos escultóricos. Por su parte, el húngaro Géza Maróti diseñó el remate de la cúpula central, así como la cortina de cristal, el mural en mosaico y el plafón que se encuentran en el teatro. El plazo para terminar las obras era de cuatro años; sin embargo, debido al hundimiento de la estructura y al estallido de la Revolución mexicana, los trabajos se postergaron durante varios años más.